Varias preguntas asaltan la preocupación de quien está en Condición de Sobrepeso o Adiposidad. ¿Se debe perder peso de forma Gradual o Rápida? ¿Qué resulta más beneficioso si hacerlo de manera lenta o agresiva?
En un estudio realizado en Australia y publicado en octubre de 2015 en la revista médica The Lancet, Diabetes and Endocrinology echa por tierra la teoría que promueve la pérdida gradual de peso. Incluso propone que la intención sea la de perder peso de forma rápida. En el estudio se asegura que la prisa con la que se pierde peso corporal no se relaciona de manera alguna con la posibilidad de recuperarlo o no.
En la práctica, está demostrado que ni lo uno ni lo otro. Lo cierto es que la creación de un nuevo hábito alimenticio hace la diferencia. Si durante el lapso en que se realizó el proceso de perder peso corporal se crea y estructura un HÁBITO ALIMENTICIO sostenible, puede ser mucho más influyente y determinante que el simple hecho de que la pérdida de peso haya sido lenta o rápida.
Esto indica que al momento de perder peso corporal los esfuerzos individuales deben enfocarse en la creación de un HÁBITO ALIMENTICIO personal, real y sostenible y no en el simple conteo de las calorías ni en la medida del tiempo para hacerlo.
El mérito de la creación de un HÁBITO ALIMENTICIO personal, real y sostenible está en contraponerse a la conocida “fatiga de la dieta”, que suele presentarse en el transcurso prolongado de un régimen alimenticio restrictivo de calorías. Se acepta que esta “fatiga de la dieta” es el responsable en muchos casos de suspensión o abandono del plan correspondiente al RÉGIMEN ALIMENTICIO RESTRICTIVO DE CALORÍAS, mal nombrado como dieta.