En el simbolismo nativo de los aztecas, el NOPAL adquiere su significación en el imperio Tenochtitlan, que en el idioma autóctono “náhuatl” incluye la expresión “noch” que significa NOPAL. Lo que algunos dicen es que Tenochtitlan correspondería a “tunas sobre las piedras”. Desde entonces, el hombre se ha beneficiado de sus atributos maravillosos, haciendo parte de la alimentación sana y saludable por sus propiedades tanto alimenticias como nutricionales y por sus extraordinarios beneficios en el tratamiento casero de algunas enfermedades por sus excelsas propiedades medicinales, así como por su capacidad para recuperar terrenos degradados por la erosión y la deforestación.
En la medicina tradicional mexicana aparecen relatos antiquísimos que relacionan al NOPAL con el tratamiento de la Diabetes tipo2, el sobrepeso y la obesidad, la hipercolesteronemia y la prevención de la arterioesclerosis, la gastritis y úlceras gástricas, en los trastornos gastrointestinales y digestivos, la osteoporosis, las disfunciones del colon, en el tratamiento de infecciones y el cáncer, entre otros.
Del mismo modo, la cocina ancestral mexicana se ha nutrido de las exquisiteces del NOPAL. También la cultura milenaria de ese pueblo ha tenido en el NOPAL uno de sus más originales especímenes como componente de la dieta diaria.
El NOPAL ha permanecido enraizado en las costumbres de un pueblo que le rinde tributo nacional tanto en la mesa como en la recomendación medicinal.