El NOPAL es una planta universal que se encuentra en los cinco continentes y es conocida con el nombre genérico de cactus. El NOPAL pertenece al grupo de plantas suculentas por su capacidad de almacenar agua para resistir los periodos de escases del preciado líquido. Se reconoce que existen más de 1.600 especies agrupadas en 122 géneros de la familia de las cactáceas.

La cultura milenaria azteca hace referencia a que ya conocían el Nopal y lo llamaban “nochtli o nopalli”. Más tarde se clasificó como perteneciente al género cactus (del griego kaktus).

Además de ser un alimento funcional el Nopal es un cultivo que cumple un propósito ecológico de mucha importancia, aunque ignorado. Su amplio sistema radicular, que se extiende hasta los 2,5 metros alrededor de la planta, hasta una profundidad de unos 40 cm., estabiliza el terreno previniendo la degradación de los suelos. Adicionalmente, este sistema radicular extendido, aumenta la retención de humedad y regenera la fertilidad del suelo mejorando las posibilidades de establecer cultivos donde antes parecía imposible.

Además de los usos medicinales para diversas afecciones y como alimento funcional en la canasta familiar, al Nopal se le ha utilizado como forraje y aportante de agua en la alimentación animal; en la elaboración de cosméticos; elaboración de pinturas y recubrimiento de muros, entre otros. En algunos países se utiliza la penca del Nopal para la producción de biocombustible y en otros para producir gas metano de uso doméstico, mediante biodigestores, cuyos residuos sirven para proveer de materia orgánica los criaderos de lombrices.